Ahora sé cómo mirás y cada cuánto te gusta pestañar. Sé cómo caminás y cómo te gusta sentarte. Ya no sos más el que yo quería que fueras, ya sos vos. El que por un segundo me miró a los labios y me hizo perder lo que venía diciendo. Ahora sos real. Me arrinconás siendo vos y no puedo refugiarme en los tiempos de antes, no puedo seducirte con palabras pensadas, tengo que mostrarle a tus ojos que en lo espontaneo también puedo interesarles. Y hablo rápido, o me quedo callada, el término medio no aparece. Aunque soy buena simulando tranquilidad y naturaleza para charlar, también soy buena para desearte en silencio y aguantar las ganas de besarte. Eso me aniquila por dentro, pero no se nota.
Más tiempo estoy con vos y más tiempo quiero estar. La idea de caer de sorpresa en tu ciudad por un día resultó hermosa, pero no alcanzó. En poco me estoy volviendo a Rosario y sé lo que viene ahora. La memoria no es selectiva e ignora mis necesidades, poco le importa ser ella misma hoy y empezar a borrarme el color de tus ojos y la linea de tu cuello. Tendré que inventarlos una vez más, y te volverás ideal una vez más.
No me quedará otra que improvisar otro feriado y tomarme un micro, sólo para que te descuides de nuevo y me mires a los labios, para verte caminar, para comprobar que sos real, para sentir que si nos llegamos a besar, va a ser sólo para que extrañarte me duela un poco más.
Hoy dejaste de ser ideal, ahora duele.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario